Storytelling: construyendo puentes narrativos entre la empresa y sus clientes

En el mundo actual, la información por sí sola ya no significa poder. Los medios ya no son más el cuarto poder solo por el hecho de difundir informaciones, pues los usuarios de equipos de cómputo pueden divulgar su información y compartir sus conocimientos a través de blogs, imágenes y videos. Gracias a internet, los medios de comunicación tienen la posibilidad de llevar contenido a sus audiencias a través de diversos formatos, pero no sólo ellos publican información.

La información está al alcance de todos. Y puede ser producida y difundida por casi cualquier persona. ¿Dónde radica el valor de un contenido, cuando compite contra miles de contenidos similares? ¿Y cómo puede una organización generar contenido relevante para sus usuarios o consumidores?

El secreto está en la conexión. Pero no hablamos de la capacidad de conectarse digitalmente, sino de una conexión emocional entre los clientes y la marca. Esa conexión que se genera cuando el consumidor le da cierto valor al producto o servicio que consume y lo prefiere por sobre otros. Una conexión que se logra no solamente con argumentos convincentes para la lógica, sino con elementos que provocan reacciones sensoriales positivas.

¿Cómo lograr esa conexión? Un camino probado es a través de las historias. Si bien la narrativa tiene raíces milenarias, desde los juglares que contaban historias de manera oral, lo cierto es que hoy se ha convertido en un aliado para las empresas que buscan la empatía de su público. En la era digital, los consumidores no solamente compran productos o servicios, sino que compran el producto que los hace sentir algo, con el que se sienten identificados.

Aquí es donde el concepto de storytelling entra en juego. El storytelling o la narración de historias es el arte de contar la historia de una empresa. ¿De qué puede hablar una organización? Pues de los logros obtenidos, las dificultades que tuvo que superar, la forma en que se relacionan con sus clientes. Es una técnica diseñada para inspirar a los receptores a vincularse con la marca.

¿Por qué tiene tanto éxito actualmente? No es de sorprender que en medio de un océano de contenidos escritos y multimedia, muchos de los cuales son impersonales, las audiencias esperen recibir un mensaje que les dé un sentido de identidad, que sientan personal, que los haga reaccionar, que los motive a comprar las ideas, los valores, los servicios o productos que ofrecen las empresas.

La clave radica en contar historias que los receptores quieran leer, escuchar o visualizar. Historias con las que se identifiquen. Historias que influyan, que generen emociones, que levanten discusiones, que inciten a moverse. Porque cuando una empresa cuenta su historia, está hablando de sus valores, de sus tropiezos, de lo que la mueve. Cuando una empresa cuenta sus historias, se vuelve tangible, asequible… deseable.

Beneficios del storytelling para las empresas

Algunas de las ventajas de contar historias tienen que ver con mera técnica educativa: son fáciles de narrar, de entender y de recordar. Al recordarse fácilmente, es más sencillo transmitirlas, por lo que se consigue una mayor propagación pues las historias se comparten rápidamente entre los individuos receptores.

Desde el punto de vista psicológico, la narrativa de historias genera una conexión porque a la gente le gusta escuchar, leer o ver historias; una narración eficiente apela al lado emocional de la audiencia.

Desde una perspectiva lógica, las historias brindan contexto a la información; no son solo datos duros, sino una interpretación del sentido de los datos y de cómo se entrelazan. Y, si hay congruencia en la narrativa, se podrá generar también un vínculo de confianza con los clientes o consumidores.

¿Qué elementos debería contener un buen artículo de storytelling? En el caso de las marcas, puede hablarse de aquello que originó la idea o proyecto, de las adversidades que se tuvieron que sortear, de cómo salieron a flote en tiempos de crisis, de los detalles del proceso de fabricación que los diferencia de sus competidores y de cómo construyen la relación con sus clientes.

En la narrativa es importante resaltar componentes clave que generen emociones, que aporten un mensaje positivo y que enganchen al público, que lo hagan percibir que la empresa conoce sus necesidades y lo lleven a comprometerse con la marca por encima de las de la competencia.

Algunos consejos

Dicho lo anterior, no olvidemos que contar historias en un arte que no cualquiera domina. Vale la pena recurrir a la pluma de expertos o a la capacidad creativa de creadores audiovisuales para narrar las historias que se quieren contar.

Tomen en cuenta también los siguientes consejos al momento de diseñar su estrategia de storytelling empresarial:

– Creen personajes con identidad. Una figura con rostro y nombre muestra que hay gente detrás de la marca.

Sigan una línea narrativa. Las historias deben incluir un inicio, un nudo y un desenlace. Si se trata de una narrativa visual, las imágenes o video deben manejar una trama una trama, con personajes, un tema principal y, si aplica, una moraleja o conclusión.

– Motiven la curiosidad con revelaciones personales. O bueno, empresariales. Difundir detalles sobre la marca o servicio ayuda a incrementar el interés en la historia.

Enfóquense en generar emociones específicas. Felicidad, miedo, tristeza, optimismo… Las emociones llevan a las personas a realizar una acción (compartir el contenido, visitar un sitio web, etc.)

Utilicen diferentes formatos. Video, música, imágenes o texto. Descubran qué les gusta a sus clientes, qué medios consumen o qué redes sociales prefieren y cuenten su historia en un formato compatible para las preferencias de sus audiencias.

Interactúen con su audiencia. Una vez emitido el mensaje, manténgase al tanto de las reacciones y respuestas del público. Si la gente opina o cuenta sus experiencias, escúchenlos y respóndanles.